Guía dietética para disfagia

RESUMEN

La disfagia es la gran desconocida y la gran necesidad para conocer en determinados pacientes, como enfermos mentales, pacientes ancianos con deterioro neurológico o simplemente personas mayores cuya musculatura orofaríngea se debilita.

La disfagia, la dificultad al tragar puede serla cauda de una malnutrición. El paciente que tiene dificultades en la masticación se decanta por alimentos blandos que generalmente son hidratos de carbono y dulces. Los pacientes que no pueden beber líquidos también buscan texturas gelificadas tipo pudding y consumen con mas frecuencias a los hidratos de carbono.

5 consejos para facilitar la vida al paciente con disfagia.

1. Tu dieta tiene que ser equilibrada, por lo tanto tu objetivo es poder comer de todos los alimentos, verduras, frutas, carnes, pescados y cereales. Incluso poder beber una copa de vino. Si no puedes comer alguno de ello, es la señal de aviso.
2. No lo ignores, si tienes problemas al tragar, si evitas alimentos, una visita al otorrino puede resolverte las dudas.
3. Los espesantes son productos que te ayudan a mejorar la textura de los alimentos y facilitar que se puedan tragar. Busca el que se acopla mejor a tus gustos y posibilidades de deglución.
4. Los laboratorios no paran de investigar sobre productos espesantes y complementos nutricionales. Mantenerse al día es necesario para hacer la vida mas confortable.
5. Puedes solicitar muestras de todos los productos a los laboratorios, pregunta a tu farmacéutico o dietista y te proporcionara el contacto y las muestras necesarias.

¿Qué es este trastorno?

La disfagia es “la imposibilidad o dificultad para tragar”.

La disfagia es un síntoma que se diagnostica tarde porque muchos pacientes consideran que es una alteración propia de la edad o que se trata de un problema relacionado con la digestión de los alimentos, de tal manera que su prevalencia está infraestimada. Pero aproximadamente la frecuencia de disfagia se ha estimado que está presente:

• En pacientes hospitalizados agudos, entre el 10 al 15 %
• En pacientes con trastornos neurológicos oscila entre el 25 y el 50 %
• En ACV entre el 43-80 %
• En neoplasias de cabeza-cuello: 59 %
• En ancianos en residencias oscila entre el 30 y el 40 %

¿Qué órganos se ven afectados?

Disfagia orofaringea. Es la caracterizada por la dificultad para iniciar la deglución. Sería la que el paciente manifiesta como “me cuesta mucho tragar”. Suelen tener atasco del bolo alimenticio en la garganta, tos frecuente, regurgitación nasal, molestias al deglutir y frecuentes infecciones debido a pequeñas aspiraciones de alimentos.

Disfagia esofágica. Es la que se produce una vez el bolo alimenticio ha pasado la hipofaringe y se introduce en el esófado, donde ya apenas progresa. El paciente lo manifiesta como sensación de “atasco o nudo retroesternal”, advirtiendo que habitualmente “traga bien, pero que luego se le queda atascado en el pecho”. Esto va a producir dolor con cada deglución y facilidad para la regurgitación.

¿Cómo podemos detectar?

Detección de la disfagia

Tos durante la ingesta

Voz húmeda

Atragantamiento

Babeo

Dificultad en la progresion del bolo

Residuos en la garganta

Realizar varias degluciones

Alargamiento de la comida

Desnutrición

Hay test para determinar la disfagia

EAT10, eating assessing tool Despistaje de la disfagia

L a unidad de disfagia le da viscosidades diferentes evaluando seguridad y eficacia, se hacen en unidades de otorrinolagingologia

¿Qué pautas dietéticas debo seguir?

Medidas dietética

Evitar dobles consistencias

Evitar aliemtnd pegajosos o que se fragmenten

Evitar alimentos resbaladizos o que se dispersen en la boca ( muy fácil que vayan a via respiratoria)

Alimentos ue desprenden agua al masticar, melin, sandia …

Alimentos con piles y semillas, retirirar l apiel depues de un proceso de horneado o bien liquiarlo

Utilizar alimentos preprados como gelatinas, puding o compotas

Evitar alimentos fibrosos o con partes punzantes

Espesar los alimentos

Como espesantes naturales

• Maicena, pan
• Legumbres
• Arroz
• Espesantes

Como espesantes artificiales, que resisten a la amilasa bucal

• Los espesantes
  • Almidon de maíz NUTABAN, RESOURCE ESPESANTE
  • Maltodextrinas Goma guar Goma xantana, alison modificado de tapioca y celulosa

Hay tres consistencias

• Néctar- miel–pudín, , que deben hacerse según indicaciones del fabricante

¿Qué alimentos debo tomar y con qué frecuencia para ayudar a equilibrar mi enfermedad?

Los objetivos nutricionales del paciente con disfagia es asegurar una correcta ingesta energética y de líquidos, con la finalidad de frenar la alta prevalencia de desnutrición. Para ello, se deben seguir normas de modificaciones en las texturas y viscosidad de los alimentos que vaya a ingerir (incluidos los líquidos) y proporcionar suplementación específica con productos comerciales energéticos y/o proteicos.

Dentro del concepto de “alimentación de textura modificada” contamos con la posibilidad de contar con módulos de: Proteínas; Hidratos de carbono; Fibra; Vitaminas; Espesantes para líquidos, para adquirir consistencia de néctar o pudín; Aguas gelificadas.

¿Hay alguna situación adicional que debo tener en cuenta?

Incluso con una dieta bien calcula, el paciente puede requerir reforzar su alimentación con suplementos comerciales, para cubrir los requerimientos de energía y nutrientes. La principal indicación es el riesgo de desnutrición o la constatación de presencia de desnutrición. Los suplementos pueden ser normocalóricos (1 kcal/ml) o hipercalóricos (1,5-2, kcal/ml), normoproteicos (< 18 % proteínas) o hiperproteicos (> 18 % proteínas). La idea es suministrar entre 500-600 kcal extras y entre 30-40 g adicionales de proteínas.

La mayor parte de los suplementos comerciales que están financiados son de consistencia líquida y pueden precisar espesarse, añadiendo espesantes al producto hasta conseguir la textura deseada.

Aspectos culinarios de la dieta en esta enfermedad. Cocina sana para una vida sana.

A la hora de beber o comer, debe estar siempre sentado; si no es posible, debe incorporarse al máximo.

Reparta las comidas a lo largo del día. Haga de cinco o seis tomas de pequeño volumen, repartidas en desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y postcena.

Beba como mínimo 1 litro de agua al día. Las infusiones y los zumos licuados de fruta son una agradable forma de hidratarse.

Modifique la consistencia de los alimentos para obtener una textura triturada.

Le recomendamos que el volumen de los platos no supere los 300 ml en cada comida.

Triture los alimentos preparados hasta obtener una textura uniforme. Evite la presencia de grumos, huesecillos, espinas o filamentos. Añada después de las preparaciones una cucharada de aceite de oliva crudo.

Recuerde que no todos los alimentos valen para ser triturados. La carne se debe preparar a la plancha, estofada, hervida o al horno y eliminar los nervios, huesos y piel; tritúrela con un poco de caldo y a continuación añada el resto de alimentos que va a triturar. Las legumbres se deben pasar por el pasapurés para eliminar todas sus pieles y conseguir una textura homogénea. Las verduras se triturarán eliminando previamente los tallos.

La leche puede utilizarla tanto en preparaciones dulces (papillas con cereales) como saladas, añadida directamente al triturar los alimentos. La leche y los productos lácteos mejoran el color, el sabor y el poder nutritivo de la comida.

El queso rallado puede añadirlo a los purés para dar más sabor, variedad y aumentar su valor nutritivo. El queso fresco también puede triturarse en preparaciones dulces, con frutas o miel, o saladas, añadido a diferentes cremas (de verduras, por ejemplo).

El puré de patata puede resultar difícil de tragar porque se «pega» en la boca. Se recomienda añadirle zanahoria, tomate, cebolla, calabaza o verduras.

Cuando hay que triturar arroz o pasta, es mejor utilizar sémolas (de arroz o de trigo) o pasta de sopa pequeña: las sémolas y la pasta pequeña se trituran mejor que los granos de arroz y la pasta gruesa, ya que su triturado queda más homogéneo.

La ración de carne y pescado debe ser de 100 – 125 g, y la ración de huevo de dos unidades. La clara de huevo cocida añadida a los purés aumenta el contenido en proteínas de la preparación, pero puede producir un olor desagradable. Le recomendamos que prepare los huevos en revoltillo o en forma de tortilla poco hecha.

Varíe el color de los purés, sobre todo si se sirven en la misma comida.

Para evitar la monotonía, recuerde variar frecuentemente las diferentes formas de cocinar los alimentos: hervido, estofado, plancha, horno, papillote o microondas. Condimente los alimentos con especias y hierbas aromáticas.

Recuerde que las preparaciones trituradas tienen más riesgo de estropearse o contaminarse. Evítelo preparando los triturados cuando vayan a ser consumidos. Si no los va a consumir pronto, consérvelos en el frigorífico o congélelos en raciones.

Le sugerimos utilizar «alimentación básica adaptada» (purés deshidratados instantáneos, cereales dextrinados diseñados para adultos) porque asegura el aporte nutritivo, facilita la preparación y manipulación de los alimentos y se consigue una textura homogénea (Resource® Puré, Resource® Cereales Instant, Resource®Compota de Frutas, Vegenat® 3-Plus). Consúltelo a su médico o dietista-nutricionista.

Laboratorios de productos para la disfagia ( BOT PLUS NOV 2018)

Cómo utilizar NUTRIFARMACIA para guiarme en la dieta adecuada para la enfermedad.

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Otras guías de utilidad.

• Salas-Salvadó J, y cols. (2008). Nutrición y Dietética Clínica. Segunda edición. Ed. Elsevier. Madrid.
• Gil Hernández, Á. (2010): Tratado de nutrición (4 tomos), segunda edición, Ed. Panamericana, Madrid.
• De Luis Román D, y cols. (2010). Dietoterapia, Nutrición Clínica y Metabolismo. Ed. Díaz de Santos. Madrid.

Esta entrada fue publicada domingo, 16 de junio de 2019 a las 4:14 pm y esta en la categoría N. Sistema nervioso..